La historia completa
Aceite Premium ARQAN
El fruto, la nuez, el corazón, la leyenda...
El aceite de argán es valorado no solo por su densidad de nutrientes y sabor, sino también por su rareza. El árbol de argán solo crece en una pequeña parte del mundo, principalmente en las regiones desérticas del suroeste de Marruecos.
La mayor parte del aceite de argán del mundo proviene de la zona de Agadir, y los frutos de los árboles hembra, que son más pequeños, son los más deseables.

El verdadero valor va más allá de lo que se puede embotellar
El aceite de Arqan es el oro de Marruecos para aquellos que aprecian los mejores y más notables sabores del mundo.
En Arqan todos están motivados por la pasión por el producto y su gente. Como empresa basada en principios ecosociales, las ganancias fluyen hacia las comunidades locales y brindan empleos reales para quienes hacen el trabajo duro.

Un futuro sostenible para el aceite de argán marroquí
En Arqan, creen no solo en hacer las cosas bien, sino también mejor, y eso se refleja en el resultado final.
La mayoría de las empresas que producen aceite de argán toman las materias primas de Marruecos, pero también las ganancias. Arqan apuesta por la agricultura ecológica, sostenible y la producción libre de químicos. Arqan invierte en su gente: desde los agricultores que cultivan los árboles hasta las mujeres que procesan las nueces.



Un producto limpio y una conciencia tranquila
El aceite de argán es una droga milagrosa, pero mire su producción y hay muchas cosas que son, en el mejor de los casos, oscuras. En gran parte procesados por mujeres marroquíes, rara vez se les paga por su arduo trabajo. Cuando este es el caso, cualquier acuerdo suele ser extraoficial, dejándolos desprovistos de cualquier derecho.
Dado que Arqan quiere mantener la mayor parte de su producción en Marruecos, en Arqan proporcionan trabajos remunerados para mujeres locales. Trabajan por un salario justo, lo que significa que pueden mantener a sus familias y contribuir a la economía local. En los primeros tres años de su existencia, pudieron crear puestos de trabajo para al menos 100 mujeres locales y, con una guardería en construcción, abrieron la puerta aún más para aquellas que de otro modo no podrían trabajar.